Tema 1. La Iglesia: experta en humanidad

1. La Iglesia: experta en humanidad

       1.1 No vivimos aislados

Formamos parte de una comunidad: un país, un pueblo, un barrio...y en él encontramos un lugar para satisfacer nuestras necesidades materiales y espirituales. Es decir, el ser humano por naturaleza es un ser social.

La redención de Jesús alcanza alcanza al hombre en todas sus dimensiones: corporal y espiritual, y su relación social con los demás. Como consecuencia la labor evangelizadora de la Iglesia tiene dos vertientes que no se pueden separar:

• La transmisión del mensaje de Jesús y de su obra salvadora, mediante parábolas es decir, la predicación de la Palabra de Dios y la administración de los sacramentos.
• La promoción humana, personal y social. La evangelización, promoviendo el bien común, la justicia y la solidaridad.

      1.2 La persona: protagonista de la vida social

El ser humano, imagen de Dios, está dotado de inteligencia y voluntad, y su más alta vocación es el amor. De esta manera deriva la igual dignidad de todas las personas, obteniendo como consecuencia:

• La dignidad de la persona exige unas determinadas condiciones económicas, sociales, jurídicas, políticas y culturales. 
• La persona debe considerar al prójimo como otro yo. Debemos tratar a las demás personas como nos gustaría que nos tratasen y nunca utilizarlo para conseguir un fin.
•  El hombre y la mujer tienen la misma dignidad y el mismo valor. Ambos son imagen de Dios y no sólo esto sino, son el complemento del amor de Dios.
• El ser humano debe descubrir y respetar el valor de las demás criaturas. 

❗Reflexión: No cerremos los ojos ante las condiciones de vida de muchos abandonados, sin techo ni alimentos, excluidos e ignorados en su miseria y dolor porque el Reino de Dios es incompatible con estas situaciones. Tenemos muchas oportunidades para apoyar y hacer justicia por estas situaciones: desde nuestras comunidades, la Iglesia a la que asistimos, nuestro trabajo o escuela mediante donaciones de comida, ropa, dinero, etc. Pero lo más importante y que no nos cuesta nada es la oración.